lunes, 19 de diciembre de 2016

HACIA UNA GESTIÓN EDUCATIVA PARTICIPATIVA

HACIA UNA GESTIÓN EDUCATIVA PARTICIPATIVA
Por: Elizabeth Doris Mejia Cruz

Se dice que la educación es una de las bases para emprender trasformaciones en la sociedad y es clave para propiciar el desarrollo y crecimiento del país, a través del desarrollo del capital humano, cultural y social de las personas. Es en este sentido que el sistema educativo enfrenta importantes desafíos para dar respuestas oportunas y pertinentes a las nuevas necesidades y problemáticas  de los ciudadanos; así mismo se requieren líderes en todos los niveles del sistema educativo que puedan generar las condiciones para el mejoramiento del sistema educativo, especialmente en lo que se refiere la gestión educativa.
Toda sociedad en proceso de transformación exige instituciones educativas con capacidad para desarrollar competencias, propósitos y/u objetivos, innovar, buscar la calidad de sus procesos y de una mejora continua acorde con las necesidades del entorno donde se desarrolla. Cada reforma educativa que se implanto en nuestro país enfatizo con mayor énfasis la estructura curricular pedagógica, dejando otros aspectos de importancia a un lado o sobreentendido, cuando hoy en día se constituye un factor significativo para el superar problemáticas reales del contexto, la gestión educativa.
La gestión educativa, se constituye en un conjunto de procesos complejos, caracterizados por múltiples y variadas interrelaciones que se generan entre sus diferentes componentes que la integran; Porque no olvidemos que “las entidades educativas operan dentro de un contexto externo con el cual interactúan y poseen además un contexto interno” Casassus (1999. Págs. 102-102). Esta situación, de carácter estructural y funcional, le otorga a la gestión educativa características muy dinámicas y de diferente naturaleza que, frente a las nuevas exigencias de la educación actual, conduce al desarrollo de múltiples y variadas formas de satisfacer las demandas de la comunidad.
De lo contrario, la gestión educativa continuará haciendo únicamente lo que saben hacer y tendrán oportunidades muy limitadas para mejorar. Delegando toda función y responsabilidad a una sola persona para llevar adelante las acciones planificadas sin ningún beneficio real para el contexto, sin desmerecer que en anteriores modelos educativos se ha tratado de involucrar a la comunidad con la escuela pero no ha tenido los resultados esperados.
En la actualidad debemos tener en cuenta que la gestión educativa no es propia de una sola persona sino, más bien involucrar a todos los componentes de manera activa de la comunidad y que hoy se constituyen una línea de acción recurrente de las políticas educativas demostrando efectos positivos de esa interacción. Estas acciones vienen a generar una mejora significativa en la gestión educativa no solo en la parte administrativa sino también en los procesos de enseñanza- aprendizaje que ahí sedan,
Por otro lado, una gestión educativa implica aceptar la diversidad de la organización educativa y reconocer que las personas que la integran tienen distintos talentos y capacidades, por  ello el que este a la cabeza provisionalmente debe propiciar que su comunidad educativa coloque sus capacidades al servicio de la organización. Promover la pro actividad, haciendo que cada uno de los integrantes se haga responsable de la organización en busca de la mejora y el desarrollo de la comunidad.
A partir de estas consideraciones, y en el modelo educativo vigente se tiene que apostado por procesos de gestión participativa o liderazgos democráticos para lograr el involucra miento familia/comunidad-escuela: estos procesos tendrán mayor efectividad que esquemas anteriores.
Para concluir, el liderazgo compartido en la gestión educativa estratégica aplicada por los directivos en las organizaciones escolares, son piezas clave en el mejoramiento de la calidad educativa que se imparte en las entidades educativas consideradas como eficientes y eficaces dentro del sistema educativo. Con esta misión se requieren líderes en todos los niveles del sistema educativo que puedan generar las condiciones para el mejoramiento del sistema educativo, en el entendido que el liderazgo no es propio de una sola persona sino de cada componente de la comunidad cuyo compromiso es mejora la calidad de vida y desarrollo de la comunidad.
BIBLIOGRAFIA.

CASASSUS, Juan (1999). La Gestión Educativa en América Latina, problemas y paradigmas.

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