HACIA
UNA GESTIÓN EDUCATIVA PARTICIPATIVA
Por: Elizabeth Doris
Mejia Cruz
Se dice que la educación es una de las bases para emprender
trasformaciones en la sociedad y es clave para propiciar el desarrollo y crecimiento
del país, a través del desarrollo del capital humano, cultural y social de las
personas. Es en este sentido que el sistema educativo enfrenta importantes
desafíos para dar respuestas oportunas y pertinentes a las nuevas necesidades y
problemáticas de los ciudadanos; así
mismo se requieren líderes en todos los niveles del sistema educativo que
puedan generar las condiciones para el mejoramiento del sistema educativo,
especialmente en lo que se refiere la gestión educativa.
Toda sociedad en proceso de transformación exige instituciones
educativas con capacidad para desarrollar competencias, propósitos y/u objetivos,
innovar, buscar la calidad de sus procesos y de una mejora continua acorde con
las necesidades del entorno donde se desarrolla. Cada reforma educativa que se
implanto en nuestro país enfatizo con mayor énfasis la estructura curricular pedagógica,
dejando otros aspectos de importancia a un lado o sobreentendido, cuando hoy en
día se constituye un factor significativo para el superar problemáticas reales
del contexto, la gestión educativa.
La gestión educativa,
se constituye en un conjunto de procesos complejos, caracterizados por
múltiples y variadas interrelaciones que se generan entre sus diferentes
componentes que la integran; Porque no olvidemos que “las entidades educativas
operan dentro de un contexto externo con el cual interactúan y poseen además un
contexto interno” Casassus (1999. Págs. 102-102). Esta situación, de carácter
estructural y funcional, le otorga a la gestión educativa características muy
dinámicas y de diferente naturaleza que, frente a las nuevas exigencias de la
educación actual, conduce al desarrollo de múltiples y variadas formas de
satisfacer las demandas de la comunidad.
De
lo contrario, la gestión educativa continuará haciendo únicamente lo que saben
hacer y tendrán oportunidades muy limitadas para mejorar. Delegando toda función
y responsabilidad a una sola persona para llevar adelante las acciones
planificadas sin ningún beneficio real para el contexto, sin desmerecer que en
anteriores modelos educativos se ha tratado de involucrar a la comunidad con la
escuela pero no ha tenido los resultados esperados.
En la
actualidad debemos tener en cuenta que la gestión educativa no es propia de una
sola persona sino, más bien involucrar a todos los componentes de manera activa
de la comunidad y que hoy se constituyen una línea de acción recurrente de las
políticas educativas demostrando efectos positivos de esa interacción. Estas acciones vienen a generar una mejora
significativa en la gestión educativa no solo en la parte administrativa sino también
en los procesos de enseñanza- aprendizaje que ahí sedan,
Por otro lado, una gestión educativa implica aceptar
la diversidad de la organización educativa y reconocer que las personas que la
integran tienen distintos talentos y capacidades, por ello el que este a la cabeza provisionalmente debe propiciar que su comunidad
educativa coloque sus capacidades al servicio de la organización. Promover la
pro actividad, haciendo que cada uno de los integrantes se haga responsable de
la organización en busca de la mejora y el desarrollo de la comunidad.
A partir
de estas consideraciones, y en el modelo educativo vigente se tiene que apostado
por procesos de gestión participativa o liderazgos democráticos para lograr el
involucra miento familia/comunidad-escuela: estos procesos tendrán mayor
efectividad que esquemas anteriores.
Para concluir, el
liderazgo compartido en la gestión educativa estratégica aplicada por los
directivos en las organizaciones escolares, son piezas clave en el mejoramiento
de la calidad educativa que se imparte en las entidades educativas consideradas
como eficientes y eficaces dentro del sistema educativo. Con esta misión se requieren líderes en todos los niveles del sistema
educativo que puedan generar las condiciones para el mejoramiento del sistema
educativo, en el entendido que el liderazgo no es propio de una sola persona
sino de cada componente de la comunidad cuyo compromiso es mejora la calidad de
vida y desarrollo de la comunidad.
BIBLIOGRAFIA.
CASASSUS, Juan (1999). La Gestión Educativa en América
Latina, problemas y paradigmas.
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